El año nuevo nace con la esperanza qu emuere cada mes de agosto. Es una constante empezar sonrientes, llenos los bolsillos con el ultimo sueldo y el afuinaldo, hecho que no sucede mas que una vez cada doce meses.
Brindar por unos dias de abundancia, paz, felicidad y buenos deseos es común en los hogares, pero hoy, pasada una semana de la gran reunión y los grandes encuentros para beber como nunca, la realidad comineza a tomar forma frente a nuestros ojos.
Los bolsillos casi vacíos y la lista de cuentas a rebosar. Sin ánimos de romper con los anhelos es simplemente encerrar en círculo un triste denominador común: los deseos las alegrías dependen de la economía.
Que les puedo decir, todos estamos en las mismas. Ya disfrutamos, gastamos y derrochamos, ahora a juntar las sobras para alcanzar febrero que está tan lejos como un viaje de veinte kilómetros en carrta con bueyes.
Cuando llegue marzo, reiniciaremos automáticamente la rutina de cada calendario gregoriano, cobrando sueldos para gastarlos en cuentas y no darnos un gusto "porque no se puede" ¿por qué no se puede?, ¿donde está la esperanza de cada inicio de año?.
Es ahora el momento de ser constantes, continiar, tener la voluntad de mantener la esperanza a flote pase lo que pase, así sí el año 2010 será distinto y estará colmado de los anhelos que se dictaron el 31 a la media noche.
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