La tristeza nos invade cuando recordamos que el deporte rey perdió una estrella pero el mundo no perdió un gran hombre. Sus sueños de continuar jugando no murieron así como el logró vencer a las tinieblas.
Nos duele que nuestro "CHAVA" no esté en las canchas. Nos afecta que tenga que pasar por tantas cosas difíciles como haber descubierto el desfalco de su ex manager o sufrir también un problema con el América de México, club al que dio todo en su carrera.
Pero más allá de cualquier problema debemos agradecer que tantas oraciones en cadena, toda esa fe depositada en el Ser Superior y toda aquella significativa "onda positiva" han llegado a realizar su propósito: Mantenerlo con vida y salud.
Gracias a Dios hoy recordamos el nuevo nacimiento de un hombre y no el aniversario de su partida.
Con esperanza te repetimos junto a la Secreta, NO ESTAS SOLO SALVADOR...
